El Alto Minho, región situada en el extremo noroeste de Portugal, es un escenario impresionante caracterizado por sus verdes paisajes, sus imponentes montañas y sus sinuosos ríos. En este marco de exuberante belleza natural surge un proyecto único, que destaca como una perla en el corazón de esta encantadora región.
El centro se elige intencionadamente para la ubicación de la piscina exterior comunitaria, cuyo diseño acentúa el desarrollo de una estructura radiocéntrica, formada por dos anillos más que conectan cada grupo de residencias.
La urbanización consta de 10 residencias interconectadas por circulaciones lineales. Un conjunto de zócalos de hormigón armado se eleva para sostenerlas, elevándolas por encima del suelo. Las residencias se asoman al paisaje y entre ellas hay terrazas privadas servidas por piscinas individuales. El corcho, el hormigón, el zinc y el vidrio definen la materialidad del complejo.